¡Feliz cumpleaños, Harry!
Los ingredientes secretos del cine

Hace 21 años una generación estaría a punto de ser marcada por la magia. Adentrándose en un mundo fascinante, el cual llegó para quedarse. Recaudando 974 755 371 dólares americanos en su primera entrega. Este filme es, Harry Potter y la piedra filosofal.
A cargo del director Chris Columbus, nadie imaginaba el éxito de esta película basada en la obra literaria de J.K. Rowling. Trata sobre la vida de un joven mago quien está por descubrir su destino en el mundo de la magia. Deja atrás su vida normal para descubrir un universo donde todo es posible. Sin embargo, esta travesía se verá amenazada gracias a un nigromante quién pondrá todo en riesgo.
Siendo uno de los pininos de Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint y Tom Felton, esta película conmovió a millones. No obstante, para hoy, nos quedaremos con una de las escenas más emblemáticas de la historia. El cumpleaños número 11 del mago favorito de nuestros tiempos. Cuando su protector y amigo Hagrid, Robbie Coltrane, tiene uno de los gestos más enternecedores de esta primera parte.
Observamos al niño que vivió boca abajo en el suelo, dibujando en el polvo un pastel de cumpleaños. “Pide un deseo, Harry” se dice a sí mismo, mientras sopla las velas de su improvisado postre. Enseguida, alguien golpea y tira la puerta causando conmoción a los Dursley, su familia adoptiva. Corte A, aparece una silueta robusta y enorme quien dice venir por Harry. Corte B, al ver al niño, le entrega una caja con un tesoro dentro: su pastel de cumpleaños.
Un acto tan pequeño, que parece insignificante. Sin embargo, este pan decorado es más antiguo de lo que parece, ya que la tradición se puede rastrear hasta la antigua Grecia. Donde se celebraba a los dioses y algunas personas con tartas de harina y miel, representando a la luna a quien le pedían un deseo. No obstante, esta tradición tomó relevancia y forma hasta el siglo XVIII, en Alemania.
El pastel de cumpleaños se transformó en un símbolo de pertenencia y cercanía. Lo cual, también logró Harry Potter en sus películas y libros. Ambos le dan un lugar seguro y familiar a muchos, quienes se sentían solos. Ya sea un día o toda una vida, el pastel representa que no estás solo en tú día especial. Significa la cara iluminada de un niño o la incómoda, pero adorable cantada de las mañanitas junto a los tuyos. El hechicero cobijó a toda una generación en un mundo que les oprimía y orillaba a la soledad.
Tanto en el cine, como en la repostería, nos dan la mano y recuerdan que no estamos solos en este mundo. Ya sea en la ciencia ficción o en un cupcake con una velita, están hechos para compartir. Si bien se disfrutan en la compañía de uno mismo, qué mejor hacerlo al lado de alguien. En tu mejor o peor año, hay un pastel y una película que querrás ver en los ojos de alguien más. Sus reacciones, su sorpresa, sus emociones e incluso su verdadero yo. Porque todos necesitamos un hogar y este puede trascender la pantalla o el gusto. Hogwarts es y será siempre nuestro hogar, pero los pasteles de cumpleaños una casa donde el abandono no existe.
Por Ariadna Carrillo Arellano