Tradiciones ancestrales pan de muerto
Hablemos sobre repostería

Ya es Día de muertos y podemos ver las ofrendas a nuestros antepasados en todos lados. Casas, restaurantes, museos, oficinas, no importa. En todos verás un altar con veladoras, flores, fotos, cráneos y comida. Pues el velo está en su punto más delgado y nuestros seres amados fallecidos pueden cruzar a visitarnos, comer y beber como lo hacían en vida. Todos los altares son distintos pero lo que no puede faltar es el tradicional pan de muerto.
Así es, ese pan redondito bañado en azúcar que sabe a naranja o flor de azahar es típico de estás fechas, pues es la ofrenda por excelencia para nuestros muertitos. Podemos rastrear los inicios de está tradición hasta la época prehispánica, pues es sin duda una herencia cultural de nuestros pueblos indígenas.
Se dice que su origen viene de los sacrificios que se hacían para los dioses. Pues después de sacrificar a las princesas, se tomaba su corazón todavía latiendo y se ponía en una vasija con amaranto y el sacerdote que hacía la ceremonia le daba una mordida a éste en forma de agradecimiento a un dios. Tras la llegada de los españoles esto cambió.
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Ellos prohibieron los sacrificios y en su lugar hicieron panes de trigo cubiertos de azúcar pintada de rojo. Otro de los antepasados del Pan de muerto puede ser el Papalotlaxcalli. Éste es un pan hecho de amaranto, maíz y miel de abeja o agave, que se sellaba con una mariposa en el centro y se ofrendaba a los difuntos en Día de muertos. Cabe decir, que el maíz y el amaranto no podían faltar, y todavía es esencial en muchas partes del país, pues se les considera alimentos sagrados.
De nuestra herencia española tenemos el antecedente de el Pan de ánimas o animita como se le conoce en algunas partes del país. Este pan que asemeja la forma de un humano se hace en España en el Día de todos los santos y cuando llegó a México comenzó a formar parte de nuestras ofrendas para los muertos. No podemos negar que nuestras tradiciones son una mezcla de dos mundos y podemos verlo claramente en nuestro Pan de muerto.
Se registró por primera vez su aparición en el óleo Bodegón con panes mexicanos de Gustavo Montoya en 1907 y la primera receta escrita que tenemos está en el recetario Repostería selecta de Josefina Velázquez de León en 1938. Pero a todo esto, ¿cómo es el Pan de muerto? Se elabora con harina, levadura, leche, mantequilla, huevo, azúcar, sal y ralladura de naranja o esencia de flor de azahar.
Tienen forma circular representando el cuerpo del difunto y el ciclo de la vida, se les pone dos tiras de la misma masa encima que representan los huesos y las lágrimas derramadas, que estén en forma de cruz representa los cuatro puntos cardinales consagrados a los dioses (Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca) y se corona con una bolita que representa el cráneo. Después de salir del horno se baña en azúcar y listo.
Lo cierto es que se trata de un pan delicioso. Es algo que esperamos con ansias todo el año y se consume por muertos y vivos en todas sus variantes. Relleno de nata, mermelada, nutella, hecho con chocolate o salado y con ajonjolí. No importa. Llegó para quedarse y ahora que sabes más de su historia, con más gusto querrás comerlo. Espero les haya gustado este recuento de las transformaciones del pan de muerto. Nos vemos la próxima semana con otra entrada sobre repostería.
Pan de muerto
INGREDIENTES
- 500g harina
- 10g levadura
- 95g leche
- 3pz huevo
- 150g azúcar
- 150g mantequilla
- 6g sal
- 1 pz ralladura de naranja o 1 cdta de escencia de flor de azahar
PROCESO
- En leche tibia poner la levadura y una cucharada de azúcar. Revolver y reservar.
- Hacer un volcán con la harina, en el centro agregar huevo, azúcar y agregar la leche con levadura. Agregar la ralladura de naranja y comenzar a juntar con las manos. Después agregar la mantequilla a temperatura ambiente en varios tantos y amasar hasta que la masa deje de pegarse en tus manos.
- Dejar la masa en un bowl previamente engrasado o enharinado, reposar por 30 min. o hasta que doble su tamaño en un lugar caliente.
- Separar la masa en 10 partes del mismo tamaño cada una. De cada pieza quitar 1/3 y reservar. Bolear los 2/3 de masa restante y con el 1/3 que reservamos hacer los huesos y el cráneo. Repetir con las 10 piezas. Dejar levar en la charola en la que se va a hornear por 30 min. sobre el horno precalentado o en algún lugar caliente.
- Hornear a 180°C con una charola de hielos en el piso del horno de 25 a 30 min. Estará listo cuando veas que comienza a dorar el pan.
- Dejar enfriar los panes, derretir mantequilla y poner azúcar en un bowl.
- Barnizar el pan con la mantequilla y luego volcar en el bowl de azúcar hasta que esté todo bien cubierto.
Hasta pronto,
les deseo muchos momentos dulces.